IV - Led Zeppelin


Para mi es un honor inmenso empezar un blog con este disco. No un honor, un sincero privilegio.
Y es que Led Zeppelin son -para mí, evidentemente- únicos, irrepetibles, enormes, genios de la música contemporánea en general y del rock en particular.

A este disco le tengo un cariño especial ya que fue el primer disco que escuché de ellos y además uno de los primeros discos de rock que me compré. Hará unos 7 años de eso y desde aquello no he vuelto a escuchar nada igual. Pero no nos adelantemos, vayamos por partes.
 El disco fue lanzado tal como veis, sin título, sin nombre del grupo, sólo este hombre recogiendo leña. Esto fue debido al enfado que tenían los miembros del grupo por las críticas a su anterior disco (del que hablaremos en este blog) por parte de los críticos. Sólo un minúsculo y escondido "producido por Jimmy Page" sugería que eran ellos.
La portada, de la que antes hablabamos es espectacular, un contraste entre la vida en la ciudad y en el campo, dos estilos de vida opuestos y no por ello enfrentados dan vida al libreto del disco. Pero vamos a lo que de verdad importa de este álbum que son sus canciones. El disco empieza fuerte, y es que a los Zep siempre les gusta que sus discos tengo un buen comienzo. "Black dog" es esta canción, con un Robert Plant a la voz que simplemente te deja "KO". Tras esto un apabullante apartado sónico nos demuestra lo que mejor saben hacer esta gente, ROCK, con mayúsculas.  El riff a cargo de John Paul Jones al bajo con Page a la guitarra es simplemente perfecto. Y si hablamos de Bonham, yo no tengo palabras. Si antes de escuchar este disco había pensado alguna vez en tocar la batería, escuchar a este hombre tuvo un efecto controvertido: la batería se convirtió en mi instrumento preferido pero a la vez me hizo saber que habría un hombre que no podría superar nunca, como mucho, igualar. Y es que Bonham en cada disco se reinventa y descubre nuevos estilos en un momento de la música necesitado de baterías auténticamente de rock. Y Bonham lo es, y en esta canción (y en todo el disco) vemos la grandeza de esta batería único.

"Rock and Roll" es completamente una canción que da lo que esperas de ella. Puro rock and roll de lo más frenético y acelerado. El ritmo de batería de Bonham es impresionante, la guitarra de Page tiene vida propia, el bajo de Jones apabullante y en el apartado vocal Plant está increíble, haciendo que la canción tenga el tono rápido y agudo necesario.

Llegamos así a "The Battle of Evermore", un precioso medio tiempo. Si alguna vez tuviera que elegir una canción que hablase y reflejase el universo de Tolkien, sería esta. La mandolina que toca Page te transporta hasta la Tierra Media y con las melodías inventadas por Plant y Sandy Denny (cantante de Fairport Convention) parece que los mismos elfos estén cantandote al oído su serenata milenaria.

Y así, sin darnos cuenta, llegamos al ecuador del disco y la pieza más importante del mismo, y de toda la música popular, ya que este tema es "Stairway to Heaven", la -para mi- mejor balada de todos los tiempos. No tengo palabras suficientes para describirla, esto hay que escucharlo, y sentirlo. Emocionarse con ese cálido principio, ir creciendo conforme crece la intensidad de la canción, disfrutarla, y sobre todo, y disfrutar de lo que muchos han intentado copiar pero nadie ha conseguido ni siquiera igualar, el apoteósico final con solo de guitarra increible de Page incluido. Una escucha obligada para todo aquel que diga amar la música, completamente imprescindible.

Después de la cantidad de emociones que desprende la anterior canción  cualquier cosa se hubiera quedado pequeña, es por eso que los Zep decidieron poner aquí "Misty Mountain Hop", otra canción tolkienesca pero mucho más distendida, con un ritmo cachondo y divertido, una canción entretenida.

"Four Sticks" es sin duda una canción experimental. La canción coge el título de la acción de Bonham al tocar la batería para esta grabación con cuatro baquetas, cosa que entre la oscura afinación y el ritmo de bajo le da un toque siniestro premonitor de algunos de los géneros que en una o dos décadas estaban por llegar.

Los Zep estaban melancólicos en este disco, ya que "Going to California" es una balada más que nos cuenta experiencias de Plant en una banda con tanto éxito y sus problemas para encotrarse a sí mismo.

Y por último llegamos así a "When the Levee Breaks", uno de los blues más extraños y siniestros que he tenido el placer de escuchar. El sonido de Bonham, oscuro y opaco se debe a la decisión del grupo a experimentar y poner la batería debajo de una escalera, haciendo que adquiera este sonido tan particular. la canción es simplemente espectacular, destacando por encima de los demás Plant y Bonham, con unos agudos espeluznantes, seguido de registros graves increibles y unos ritmos fréneticos que acompañan a la voz toda la canción. Jones y Page aquí juegan a experimentar y con toda la rareza de la canción se ha convertido en un clásico de la banda y uno de mis preferidos, toda una muestra de la calidad de estos músicos.

Las curiosidades de este disco son infinitas (los cuatro símbolos, "Stairway to Heaven" al revés, sesiones de ocultismo, satanismo, etc) por lo cual solo me he centrado en la música de este gran disco.
Integrantes:
 -Jimmy Page: Guitarra, mandolina y coros.
 -Robert Plant: Voz y percusiones.
 -John Bonham: Batería, percusiones y coros.
 -John Paul Jones: Bajo, teclado, órgano, mandolina y coros.

Publicado en noviembre de 1971.