Las mejores canciones para la playa

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El verano ha llegado. Lo podemos notar al sentirnos famosos cada vez que salimos a la calle y descubrimos una estampida de japoneses cámara en mano apuntando hacia todos lados; en la abundancia de cinturones anchos y cruasanes con piernas;  en que las suscripciones a gimnasios han aumentado un 500%; y, por supuesto, en las ansiadas vacaciones. Aunque yo no sea uno de los afortunados que está disfrutando de ellas en este mismo momento, sé que son las grandes protagonistas de esta estación. Pero, ¿qué es el verano sin playa? 

La playa. Sí, la playa es la representación terrenal, física, palpable y arenosa de las vacaciones de verano. Tostar el cuerpo, jugar a las palas, luchar contra medusas o empequeñecerse con la inmensidad del mar son algunos de los ingredientes que hacen de la playa la receta ideal para disfrutar de las vacaciones. Y para cada uno de esos momentos he seleccionado una canción. Porque hacer una buena banda sonora es fundamental para poder exprimir al máximo tu parcela playera.



1. Tierra - Xoel López

La primera frase de esta canción lo dice todo: "Yo soñaba cada día poder alcanzar la playa". Exacto. A todos vosotros os ha pasado esto: es la canción que se engarza con esos momentos de ansiedad en los que las vacaciones parecen estar a años luz. En este precioso medio tiempo que nos regala el gallego se nos muestra su lado más sensible,  más introspectivo y nos cuenta cómo funcionan sus recuerdos, sus creaciones, sus experiencias vitales.

Alcanzar la playa en esta canción significa alcanzar la vida, la que se nos escapa en cada respiración, en cada minuto que gastamos sin querer. Y nada mejor para conseguir ese objetivo que un baño refrescante en verano. No sufráis, que ya llegamos.

2. Summer - Sum 41

Esta canción sólo encaja en un viaje hacia la playa en coche, con las ventanillas bajadas y sin casi ver por la acción de esos vientos huracanados. Al más puro estilo californiano (aunque son canadienses) Sum 41 nos regala una pista que nos transporta directamente a una escena de American Pie donde todo son fiestas, alcohol y arena.

No hay preocupaciones aquí, sólo ganas de disfrutar al máximo de cada segundo del viaje. Porque el viaje es mucho más que un medio, en en sí mismo un fin.

3. Wouldn't It Be Nice - The Beach Boys

Cuando por fin llegamos hasta nuestro querido destino podemos divisar tres situaciones que nos llevarán a estados de ánimo distintos: para el primero de ellos esta canción de los chicos de la playa por excelencia es la ideal. Y este momento no es otro que cuando ves la bandera verde izada en lo alto del puesto de socorrismo. Te imaginas entonces la playa como una piscina de temperatura ideal y oleaje suave en la que puedes nadar sin peligro, hacer tirabuzones cual delfín y zambullirte con los ojos abiertos hasta que te sangren las pupilas.

Esta obra maestra del grandísimo disco de los chicos playeros Pet Sounds es la melodía que mejor puede ejemplificar la felicidad, la felicidad producida por un relajante día en la playa. Un día en el que todo sale bien, por supuesto. Ese día en el que los camareros te sonríen, el agua está "buenísima" (como solemos decir) y el mundo en general, es feliz. Esto a mí sólo me pasa con una persona, pero igual a vosotros os puede encajar de muy diferentes formas.

4. Frozen - Madonna

Amarillo. Ese color que no te dice nada. No es malo, pero tampoco es bueno. Como comerte un yogur natural sin azúcar: lo puedes engullir, pero no esperes ningún placer en ello. Eso es lo que representa realmente la bandera amarilla: la indeterminación más absoluta. Porque vamos a ver, ¿qué quiere decir una bandera amarilla? ¿Que el agua está bien pero puede que venga una ola gigante de cinco metros y te arrastre a las profundidades? ¿O bien que el agua es un volcán en erupción que no ataca a las personas?

Nunca he entendido esta bandera. Vendrá el listo que diga "que el agua está revuelta". Claro, y los huevos también y no por eso dejamos de comerlos. El caso, que me lío, es que esta situación te deja completamente helado, frío, sin esperanzas ni diversión. Y eso es lo que obtenemos en la canción de Madonna, una de sus composiciones más oscuras (y para mí, más maduras) en la que juega con ambientes góticos, creando una atmósfera vampiresca y revuelta, como el mar esos días.

5. Blood and Thunder - Mastodon

Si existiera el premio para el grupo de música con el nombre mejor escogido, sin duda Mastodon habría ganado todas las ediciones. Porque aunque los mastodontes no fueran más grandes que un elefante actual, su nombre evoca a seres vivos gigantescos, capaces de arrasar con una ciudad en cuestión de segundos, de aplastar a sus enemigos con sus poderosas patas, de ser una fuerza de la naturaleza incontrolable. Como la música de estos chicos.

No podía elegir sino este corte de su pieza maestra Leviathan para representar ese momento cuando ves la bandera roja al llegar a la playa. Porque este disco conceptual nos narra la historia que Herman Melville logró plasmar en su más famoso libro: Moby Dick. La bandera roja es esa ballena blanca que no nos deja avanzar, que nos roba nuestros sueños y nos deja indefensos contra la naturaleza. El increíble riff de guitarra que abre esta canción sin duda representan las aguas turbulentas que nos esperan en ese día nefasto; las medusas que van a picarnos por todo el cuerpo haciendo que un "ajetreado" socorrista tenga que aplicarnos loción antipicaduras; es la rabia contenida de toda la gente que se ha levantado a las siete de la mañana para coger buen sitio en la orilla de la playa y una ola enfurecida les ha mojado los bocadillos de tortilla que llevaban preparados de casa.

6. Also Sprach Zarathustra, Op.30 Prelude - Richard Strauss

Ya hemos llegado a la playa y hemos visto la bandera que determinará nuestro futuro más próximo. Y llega el momento que todos los padres esperan: el momento en el que pueden demostrar que la saben clavar. Esto es más que conseguir una sombra, es una conquista, un paso pequeño para la familia, pero muy grande para la hombría. Es la hora de hundir la sombrilla en la arena y mostrarla al mundo cual bandera izada.

Pero este proceso no es tan simple. Strauss nos acompañará a través de este viaje con la canción que ya utilizó Stanley Kubrick (y tantos otros) en su famosísima 2001: Una odisea en el espacio. Una  pieza que resume perfectamente la magnitud de esta lucha contra los elementos. Como decía, el proceso requiere de varias etapas:

1. Visualización y elección del objetivo.
2. Acercamiento y reconocimiento de la zona.
3. Preparación del terreno.
4. Discusión entre generales sobre la mejor estrategia de abordar el enfrentamiento.
5. Discusión finalizada con un: "Tú déjame a mí, que ya verás".
6. Fase intermedia.
7. Primer intento (fallido) de excavación. El terreno es demasiado blando.
8. Segundo intento. Éxito.
9. Montaje del aparato.
10. Regocijo del general segundo.
11. Hora de relajación.
12. Vuelo e incrustación en el ojo de un civil.
13. Fin de la operación por orden de la general.

Parece que Strauss estuviera pensando en todo este proceso para realizar una de sus obras más conocidas, porque encaja a la perfección con todas las secuencias. Y es que las sombrillas requieren de un auténtico Zarathustra para su perfecta colocación.

7. Asteroid - Kyuss

Y si a Mastodon tendrían que darle el premio por elegir el mejor nombre de grupo, a Kyuss se lo tendrían que dar por elegir el mejor nombre de canción. No he escuchado nada nunca que representara también lo que se está intentando decir con la música. Y es que este vuelo de alondra que los reyes del stoner se marcaron con Asteroid es algo sublime. Puedo imaginar en cada uno de sus compases a ese asteroide vagando por el espacio, chocándose con planetas, destrozando satélites y llegando a la tierra para abrasarnos a todos en una inmensa bola de fuego.

Lo mismo que sentimos cuando estamos tumbados en la playa y un sol que al principio parecía agradable empieza a hincarnos los dientes y va traspasando nuestra piel poco a poco hasta que podemos notar como nuestro hígado se está asando a fuego lento. Los golpes que la canción reproduce encajan a la perfección con las ráfagas que el sol nos dispara, así como los momentos de calma que nos ofrecen las esporádicas nubes tienen su representación en los pasajes más relajados de la pista. Y estos chicos saben de lo que hablan si hablamos de sol, porque el desierto los ha curtido en mil batallas.

8. Wish You Were Here - Pink Floyd

De verdad, si nunca habéis escuchado esta canción en la playa vuestra vida no está completa. Para mí es un momento que todo el mundo debería experimentar al menos una vez en la vida. Pink Floyd llegó a mi vida de una manera casi anecdótica, pero desde entonces no se ha ido nunca. Hará unos diez años retransmitieron por televisión el concierto Live 8, que organizó Bob Geldof para intentar reducir la deuda de los países africanos impuesta por el G8. Pues bien, en esta serie de conciertos simultáneos que se produjeron en todo el planeta actuó Pink Floyd. Tras 24 años separados daban la oportunidad de ver de nuevo a su formación clásica en directo por una buena causa.

Y allí estaba yo, viendo el concierto de Pink Floyd por la tele, con unos 15 años. Ya los conocía anteriormente sin rastro del más mínimo entusiasmo. Pero esa noche pasó algo. Y ese algo fue Wish You Were Here. Cuando terminó esta canción yo estaba en otro mundo, en estado de trance. Me había transportado, me había hecho pasar a otro estado. Desde ese momento supe porqué Pink Floyd había sido y sigue siendo uno de los grupos más grandes de la historia.

Por eso tenéis que escucharla en la playa. Cuando empiecen a sonar los primeros acordes de la guitarra acústica y os quedéis mirando la inmensidad del mar desde vuestra toalla, os lo aseguro, os dejará atónitos. No volveréis a ver la playa de la misma manera.

9. POWER - Kanye West

Una vez hemos hecho todo el proceso para asentarnos en la playa viene el momento playero por excelencia: jugar a la palas. Las palas son ese juego de raqueta en el que dependiendo de la pelota que tengas las reglas varían. Esto se produce por la incertidumbre de si la pelota botará en la arena de la orilla o no. Por otro lado, las normas también varían dependiendo del lugar donde juegues, ya que si el torneo se produce en la arena normal no hay posibilidad de rebote. Y también dependen de con quien juegues, porque no es lo mismo jugar con tus amigos que con tu novia/o  o con tu familia. Así que, en definitiva, las palas son un juego sin ley.

Pero lo importante de este pasatiempo es la emoción. Es un momento en el que nos creemos Nadal vs Federer. Para los revolcones por la arena, para los lanzamientos en plancha a por la pelota, para los golpes con efecto que van a parar a esamujerquellevabaunratomirandoosjugarporquesabíaquealfinalleibaisadaryhatenidotodalarazónperoaúnasícogelapelotayteladevuelve, esta canción es perfecta. Porque Kanye West es un experto en hacer canciones cargadas de adrenalina y testosterona, como buen provocador que es. Y este corte de su magnífico álbum My Beautiful Dark Twisted Fantasy es la canción perfecta para  encontrar motivación donde no la hay. Un tema que te sube el ánimo a lo más arriba para que en tu golpe final puedas enviar la pelota a las profundidades del océano (vamos, al fondo del vaso de esa señora).

10. Fight For Us - Sepalcure

Y llegó la noche. Y con ella llegan todos los placeres que nos da la playa sin nuestra estrella incandescente favorita. Llegan los paseos nocturnos por la playa, llega la pasión amorosa rebozados en arena de algunos, llega la sana ayuda de otros llevando las cosas de los apasionados amantes a un lugar más seguro (su casa, normalmente), y llegan las fiestas playeras. Bien sea en un chiringuito o en un club de moda, los cócteles en la playa son algo fundamental. Y este corte electrónico cercano al tribal dub me encandiló la primera vez que lo escuché. Si alguien de cualquier club del mundo me preguntara qué música poner en sus noches, este tema sería uno de los elegidos.

Y es que es elegante a la vez que divertido. Es relajante a la vez que animado. Es una combinación perfecta para una noche tranquila después de una jornada intensa, un broche de oro ideal para cerrar nuestro perfecto día en el mar.


Canción Extra. Reanimator - John Zorn

Pensabais que el día ya había acabado ¿verdad? Que sólo os quedaba tumbaros en la cama y dormir, ¿no? Pues estáis muy equivocados, porque mientras estaba sonando Kyuss, Pink Floyd o Kanye West algo no cesaba de trabajar; ese algo era el sol. Y ahora tumbarte en la cama es como si te estuvieran metiendo a un horno de fundido de metales. Tu cuerpo está experimentado más o menos lo que podemos escuchar en esta canción de Zorn: el caos absoluto. Se quiere rebelar contra ti, quiere hacer un motín contra tu cerebro por idiota, por dejar que tu piel se ponga igual que el programa de Antonio García Ferreras.

Tu cuerpo está pidiendo a gritos una reanimación, como dice el título del tema, porque ese color no es algo normal. Y mientras empiezas a notar como se queja subiendo tu temperatura corporal a tal extremo que podrías ponerte tu propio puesto de perritos calientes sin necesidad de carrito, tú estás ahí como todos los años intentando calmarlo con Aftersun en cantidades industriales, aún sabiendo que eso es lo mismo que poner el antimosquitos de enchufe. Pero esta vez al menos tienes una banda sonora con el que acompañar tu sufrimiento.