10.000 canciones que escuchar antes de nacer

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Esta entrada es muy especial. Lo primero que tengo que hacer es dar las gracias. Daros las gracias a todos por haber superado ya las 10.000 visitas. De hecho, ya he superado las 11.000, lo que todavía me parece increíble. Esto lo he estado preparando desde hace mucho tiempo. Ya me puse a ello cuando estaba cerca de las diez mil, pero como me ha llevado más de lo que esperaba, al final habéis llegado a superar las 11.000.



Bueno, después de las debidas presentaciones, podemos ir al tema. He creado una lista en Spotify que acompañará la lectura de esta entrada (y prácticamente de todas las que vayas a leer en tu vida). Una lista  de 10.000 canciones que intenta recoger todos los hitos musicales de los últimos 60 años. ¿Por qué 60 años? Porque sí, la verdad. Coincide con el nacimiento y expansión de uno de los movimientos musicales que más ha aportado en el último siglo, el rock and roll, pero la elección de la fecha no se debe especialmente a este hecho, ya que otros muchos movimientos de igual importancia han acontecido en el pasado siglo y no he elegido esa fecha como inicio. Digamos que no me podía remontar más atrás en el tiempo (aunque hay algún guiño) por la incomensurabilidad y las dimensiones épicas que hubiera adquirido la lista, ni tampoco podía acercarme demasiado, ya que hubiera dejado muchas cosas en el tintero.

Las listas, por definición, son poco objetivas y poco equilibradas. Denotan las obsesiones y flaquezas del que la realiza y muchas veces, son creadoras de ciertos esquemas y patrones que no dejan de repetirse. Sobretodo si estas listas tienen un orden jerárquico. Cuando se leen listas del tipo "Las 100 mejores hamacas para tumbarte al sol y no quemarte mientras escuchas death metal" esconden mucho más que informarte sobre las mejores hamacas de la historia. Crean un cánon sobre las hamacas que será muy difícil de romper y que afectará a generaciones futuras. En la música es lo mismo. Y además, el hecho de elegir un disco u otro, de una canción u otra está muy influenciado por aquellas pasiones adolescentes que rompieron los esquemas del crítico. Dos artículos que todo el mundo que esté algo interesado en la música debería leer tratan estos temas: mientras que uno (el creado por los sociólogos Ralf von Appen y André Doehring con el genial título de "Nevermind the Beatles, here's Exile 61 and Nico") observa y analiza el canon internacional en la música pop/rock, el otro lo hace con el canon español y está realizado por tres sociólogos españoles: Javier Noya, Fernán del Val y C. Martín Pérez Colmán, bajo el título de "¿Autonomía, sumisión o hibridación sonora? La construcción del canon estético del pop-rock español".

En ambos artículos lo que nos encontramos es un canon creado con muchas de las listas del tipo "los 100 mejores..." y el resultado es muy parecido. Siempre se encuentra una época predominante, un estilo predominante, incluso una raza y un género predominante. Esto lo produce el canon. En el internacional, el artículo de Appen y Doehring nos dice que se valora muchísimo más la época de los 60 por encima de cualquier otra, no tanto por su producción como por su inaculación por parte de la juventud que más tarde se conviertirían en los principales valedores de la crítica musical. Dylan rompió las reglas musicales, pero también lo hizo Fats Domino quince años antes y nadie lo recuerda como el gran estandarte de la música popular. También el Kind of Blue de Miles Davis configuró de una manera totalmente distinta el jazz y su influencia todavía perdura, pero no en el canon. No de la misma manera que Lou Reed, que Dylan, que Nirvana, que Beatles o Rolling Stones...¿no notáis nada parecido entre ellos? Exacto. A parte de su carácter innovador, todos ellos estaban en el bando correcto: no eran mujeres, no eran negros, ni eran viejos cuando triunfaron. Aparte de todo esto, la juventud de esa época, maravillada con los inventos de los Beatles, con la nueva prosa de Dylan o con la irreverencia bluesiana de los Rolling Stones sería la que más tarde ocuparía los puestos de responsabilidad en la crítica musical. Y esa influencia, aunque nunca más volvieran a escribir cuando se hicieran mayores se volvería mesiánica, se enquistaría como un ancla al oceáno, creando el punto de partida en el que todos los nuevos grupos e intérpretes deberían fijarse para agradar a los nuevos críticos que llegaran.

No es de extrañar por tanto que dentro de la parte española los artistas que más valore la crítica tengan también los mismos elementos comunes: Santiago Auserón, Joan Manuel Serrat y Camarón de la Isla son los triunfadores por goleada. Y esto lo consiguen gracias a la introducción de elementos propios y nacionales al canon internacional del pop/rock. Es decir, dentro de los elementos básicos de este género (instrumentos, tempos, duración...) se introducen algunos ajenos a este (flamenco, ritmos afrocaribeños...) haciendo que sea una música "propia" pero siguiendo las directrices que el canon internacional impone.

Y ¿quien puede no admirar a Serrat, a Auserón, a Dylan o a los Beatles? Yo lo hago, no lo puedo evitar. El canon entró en mí mucho antes de poder estudiar sociología y no hablemos ya de antes de aplicar lo estudiado al campo de la música. Y no es malo, ojo. Yo he descubierto música increíble gracias a listas como las que hemos descrito. Pero eso no quita que gracias a la hipervaloración de estos grupos legendarios se oculten, se invisibilicen, otros igualmente grandes.

Este es el leitmotiv de mi lista, descubrir a los ocultos y redescubrir a los gigantes. Hay muchísimos discos, algunos conocidísimos, otros que sólo tuvieron su momento de gloria en un período determinado y cayeron en el olvido después, otros totalmente desconocidos para la gran mayoría. También mi lista es sectaria, se nota qué géneros son los que más he escuchado y cuáles son los que menos practico. No lo voy a negar, quizá todo aquello que tiene que ver con el metal esté sobredimensionado, mientras que otros estilos como el rap no tengan la misma representación, pero he intentado que esto no pase. Pero es una lista personal, limitada a los conocimientos que esa persona pueda contener y, en mi caso, mis conocimientos en metal son mayores y mejores que en rap. Esto hace que pueda valorar un disco como Reign in Blood de Slayer como algo de la misma importancia como por ejemplo Straight Outta Compton de N.W.A, cuando esto para muchos será un sacrilegio. Pero un disco tan perfecto que llevó al thrash metal al cénit de lo que podía llegar a ser no podía no estar en una lista como esta.

Pero ya digo, hay de todo. Creo que la representación de la música negra es mucho mayor de lo que suele ser en estas listas y no por nada ésta se abre con cuatro músicos que cambiaron la música popular para siempre: Robert Johnson, Lead Belly, Ike Turner y Fats Domino. El primero fue el guitarrista que más ha influido en todos los grupos que vinieron detrás de él, desde el bluesy purista hasta el guitar hero más metalero. Lead Belly fue un hombre complicado. Sus grabaciones en la cárcel pasaron algo desapercibidas hasta que alguien vio el talento que este hombre había dejado plasmado y su personaje adquirió mucha más importancia. Sin él, el folk de los años sesenta o el rock de los setenta no hubiera sido el mismo. Escuchad Black Betty de este señor, a ver si os suena. Tampoco el folk hubiera sido igual sin Woody Guthrie, y no por nada está en este top five tan negro. El ídolo del Dylan adolescente fue un  concienzudo cantautor protesta que compuso uno de los himnos americanos más conocidos: This Land is Your Land. Volviendo al tema negro, nos encontramos con dos hombres muy diferentes, Fats Domino y Ike Turner, pero que aportaron su granito de arena al mismo género: el rock and roll. Las dos canciones de estos artistas que se incluyen en la lista son, sin duda alguna, las primeras representaciones de rock and roll de la historia. Me parece que conocer los orígenes y otorgar el merecido mérito a sus creadores es esencial aquí.

La representación femenina es algo que he intentado que estuviera equilibrado de igual forma, pero resulta casi imposible. La proporción hombre-mujer en el campo de la música es completamente desigual, con una clara desventaja para las intérpretes femeninas. Pero aún así la representación es mayor que en una lista normal.

¿Y los estilos? Como ya he comentado antes quizá haya más heavy metal que dance, por ejemplo, pero no en demasía. Están representados todos los géneros con sus grandes padrinos y también con sus pequeños reproductores. Está el rock de Elvis, pero también el de Springsteen o la CCR, el funk de James Brown o Sly Stone pero también el de O'Funkillo (que también hay representación española, por supuesto). Quizá un día tengas mucha rabia acumulada con el mundo y te apetezca escuchar Cannibal Corpse o Death, o quizá tengas ganas de relajarte por un día agotador y pensar en lo bonito y maravilloso que es el mundo y pongas a Joni Mitchell o a Sam Cooke. Quizá prefieras irte por caminos menos convencionales y busques lo diferente escuchando Requiem for my Friend de Preisner, dedicado a su amigo y director de cine Kieslowski. Un disco maravilloso donde  la música clásica deja de ser clásica por momentos. O a lo mejor estés buscando algo todavía más original e innovador, como el Stimmung de Stockhausen. Un viaje a los sonidos de nuestros ancestros más remotos, algo realmente apasionante. Quizá te apetezca bailar con Madonna o romperte el cuello con Metallica. Emocionarte con Serrat o volver a los ochenta de la mano de Radio Futura. Sentir el desgarro de una generación con el Gimme Shelter de los Rolling Stones o buscar cómo otra generación queda tocada y marcada por Nirvana. Descubrir por qué un grupo tan -en principio- extraño como Joy Division supuso tal revolución en el mundo de la música popular. Que la furia de Sex Pistols recorra tu cuerpo o que la grandilocuencia de Queen te haga sentir como un estadio. Puede que quieras moverte con Skrillex o quedarte más quieto que nunca gracias a Leonard Cohen. Sé que faltan los Beatles, pero eso es culpa de Spotify. Ya sabéis que su discografía es algo imprescindible, así que escuchadla donde mejor os venga.

Puede ser todo, cualquier combinación es posible, porque esta lista pretende ser una especie de Quijote de las listas, algo que rompa desde dentro su propio sentido y su propia identidad. Podéis hacerlo como queráis, evidentemente, pero mi consejo es que la escuchéis de arriba a abajo (puede que os lleve algún tiempo...), ya que así veréis las distintas evoluciones de los diferentes estilos que la música popular ha ido desarrollando en las últimas décadas. Aquí no hay canciones mejores o peores. Aquí hay música que te gusta más o menos, y eso es maravilloso. En cualquier caso ni con 10.000 canciones basta para abarcar todo panorama musical, pero si llegáis a escuchar esta lista completa habréis descubierto tanto que será como si hubierais vuelto a nacer.

PD: Si a alguien se le hace muy cuesta arriba la lista completa, en mi cuenta de Spotify, 74minutos, se pueden seguir la misma lista pero dividida en años, desde 1955 hasta el 2012.