The Earth Is not a Cold Dead Place - Explosions in the Sky


La música está en todos los aspectos de nuestra vida. Está en los bares, en los hoteles, por la calle, en la televisión, en las películas, en los coches, en los trenes, en los ascensores, en las salas de espera, incluso en los libros hay música. Es algo fabuloso que la música se haya instalado por derecho propio como el arte más universal de todos cuantos conocemos. Pero también es algo triste, ya que genera una banalización de la misma que nos lleva a ser cada vez más indiferentes a todo lo que puede transmitirnos. Y sobre todo si hablamos de música instrumental. Este estilo siempre se relega a un segundo plano, como algo secundario, para escuchar "sólo de fondo". Espero que este post pueda ayudar de alguna manera a cambiar esta percepción.
Cualquier disco de los que he comentado aquí, entre muchísimos otros, merece una escucha pausada. Nada de estar haciendo otra cosa mientras se escucha, porque sólo oíremos. Quizá puedan hacer eso fans de Abraham Mateo, Justin Bieber y compañía, pero no nosotros. Nosotros queremos escuchar. Debemos escuchar. Y con Explosions in the Sky pasa algo tremendamente fascinante. Si llegas a hacerlo, sentirás como van contruyendo la historia que ellos quieren contar, sin decirte absolutamente nada, simplemente con notas, acordes y ritmos.
En este disco  de 2003 no encontraremos palabras más allá de su portada y los títulos de las canciones. Pero quizá transmita más de lo que podrían haberlo hecho éstas. La música, como todo arte que odiaba el Tirano de Platón, permite expresar emociones, experiencias, sentimientos que se escapan de nuestro vocabulario cotidiano, para los que jamás encontraríamos palabras con las que construir su significado. Permite escapar de la cárcel que es muchas veces el lenguaje.Y gracias a grupos como éste nos podemos sentir un poco más libres.
Para seguir el álbum os dejo el enlace a Spotify del mismo y así disfrutarlo plenamente. El primer corte del álbum empieza con una guitarra aguda y mínima, un bombo que hace las veces de pulsaciones humanas y un bajo que acompaña perfectamente a esta estructura musical viviente. Este tema se llama First Breath After Coma y los títulos en este grupo no son casualidad. No son un fragmento de la letra de la canción que queda moderno al extraerlo. Son lo más parecido a una explicación que vamos a encontrar y merece la pena deternerse un poco en ellos. En este primer tema se presentan las emociones, las sensaciones, los caminos electrizantes que recorrerían el cuerpo de la persona que se muestra desde el primer estímulo del dedo meñique de su pie hasta la posterior apertura de ojos después de un largo período fuera de sí mismo/a.
Las imágenes que va desarrollando la música a través de sus nueve minutos y medio son espectaculares y no hay ni un sonido que desentone con la escena que nos ocupa. Tal y como yo lo veo estas imágenes se desarrollan de la siguiente manera:
Tras la introducción de las guitarras y una batería a ritmo pausado podemos escuchar como ésta última va creciendo a través de un ritmo de marcha en la caja, que sin duda llega para representar como las extremidades van cogiendo fuerza, como va notando la sangre fluyendo otra vez a través de su cuerpo como un torrente vivo, como un caudal sinuoso y abundante. Vemos como va creciendo ese hormigueo por todo el cuerpo, esa sensación por la cual sus músculos dejarán de ser meros trozos de carne y volverán a recobrar su habitual flexibilidad y fuerza. El ritmo de las guitarras crea una atmósfera fascinante, como si de una habitación cerrada se tratara, como si estuviéramos observando a esa persona recostada sobre la cama de un hospital y asistiéramos a todo el proceso como espectadores privilegiados.
Sobre el minuto 4:30 encontramos un parón y una vuelta a un ritmo mucho más calamado. Aquí podemos observar que se ha cambiado de imagen. Ahora ya no se mantiene la atención sobre los músculos, sino sobre los órganos, sobre todo el proceso interno del cuerpo. Esa batería tan potente que utiliza sólo el bombo, la caja y el crash para su cometido no es sino un efecto para simbolizar como el corazón va adquiriendo mayor potencia y cada vez se encamina más y más a volver a ser esa fuente de vida principal para esta persona.
Y a partir del minuto ocho nos encontramos con el momento álgido de la historia y de la canción. Una distorsión muy potente da paso a la confusión de la persona, a la extrañeza con la que va a recibir el mundo cuando abra los ojos y a la vez, para simbolizar cómo la luz va penetrando sus párpados hasta que éstos consigan abrirse y, de un salto, consiga su primer aliento tras el coma.
The Only Moment We Were Alone sigue a este corte enlazando el final de este con su inicio. El título es triste y apesadumbrado. Podemos suponer que se trata de la persona que ha conseguido superar ese coma. Yo me imagino gracias a la composición de la banda que esta persona esperaba encontrarse con otra cuando sus ojos se abrieran. Con la persona que era especial en su vida anterior. Pero, al no ver a esta persona en el momento que lo necesitaba su mente debilitada juega con su voluntad y lo transporta a ese momento mágico que vivieron una vez. La imagen musical que crean me dice que el escenario para ese instante de felicidad de la persona protagonista no es otro que una playa, un puerto, algo relacionado con el mar, donde estas personas se sentaron juntos y disfrutaron de la luz del atardecer, y uno del otro.
La intensidad que se manifiesta a partir del minuto 6:46 se puede entender como un momento de cólera de la otra persona, que llevaría a una posterior pelea con su correspondiente separación, representada por la rabiosa quietud y calma que siguen al pasaje rabioso. Como si de un ojo de la tormenta se tratara, tras esa calma llega la absoluta destrucción de la persona protagonista, ya que se encuentra totalmente vacío y la desesperación se apodera de su ser. La potencia que reina en los posteriores dos minutos son una muestra absoluta de ello.
Sumida en la depresión y en la tristeza esta persona está completamente destrozada. Six Days at the Bottom of the Ocean es el tema que se encarga de mostrárnoslo. Encontrarse como si estuviera en el fondo del oceáno es sin duda la metáfora que han querido utilizar para reflejar la pérdida que ha hecho que su vida no tenga sentido aún después de haber casi resucitado. Las imágenes que se crean en mi mente gracias a la melodía que crea la banda son las de esa persona vagabundeando por las calles desiertas, de noche, en busca de algo con lo que aliviar el dolor que le deshace por dentro. Mientras la desesperación crece en él, también lo hace la rabia y la intensidad del tema va creciendo exponencialmente a través de las cortantes guitarras y la contudente sección rítmica. El final del tema, con esa mezcla de sonidos tristes y alegres nos deja en duda de qué pasará con el protagonista, ya que la locura se está apoderando de él poco a poco, pero quizás haya alguna esperanza.
La historia continúa con Memorial, una clara invitación a la tragedia (un memorial es normalmente un monumento commeorativo a los caídos en batalla). El tema comienza a través de un sonido agudo y permanente que nos sigue a través de varios pasajes del tema. Me recuerda a algunas canciones de Tool en este comienzo tan pausado, como de espera. El bajo adquiere una gran importancia en el sonido que define este corte y lo vamos a tener presente durante todo el tema. Parece que la persona protagonista se ha sumido en una profunda tristeza y es imposible que salga de ella. Cada vez cae más abajo y el fonde se le queda corto en su recorrido. Su vida, después de haberla recuperado, está prácticamente vacía y parece que casi preferiría haber seguido en su coma. Las distintas fases de desesperación, ira, pesimismo y nihilismo se manifiestan en esta canción. Al final de ella nos encontramos con toda la confusión que la mente del protagonista soporta, una mezcla de distorsión y sonidos sincopados se apodera del tema, haciendo que un muro de sonido se aproxime hacia nosotros con toda la intención de dañarnos de la misma manera (o al menos hacernos ver esa manera) en la que el protagonista lo está. Y cuando todo parece perdido, cuando el memorial parece listo para construirse algo ocurre.
Y lo que ocurre es la calma. Pero no la calma tensa que hace que esperes lo peor, sino la calma, la trnaquilidad, la paz, llega al protagonista. Your Hand in Mine me parece el tema más bello de todo el disco y sin duda es porque intentan transmitir esa belleza. La calma llega porque su amor aparece, porque vuelve a tener sentido la vida que ha recuperado gracias a esa persona especial que le toma de la mano y lo conduce a las puertas de la felicidad. Las imágenes que yo puedo ver son las de un prado verde y los dos protagonistas de espaldas pero esta vez no contemplan el atardecer, sino el amanecer, porque lo que van a construir es un nuevo comienzo, dejando atrás el sombrío final que la puesta de sol les había legado. La alegría que la persona protagonista siente se refleja en todos los aspectos musicales de la canción, siendo el final uno de los momentos más emotivos de todo el disco.

Miembros:
Munaf Rayani: guitarra
Mark Smith: guitarra.
Michael James: bajo y guitarras
Chris Hrask: batería y percusión.

Mi Pequeña Historia - Andrés Suárez


Ya que no creo que deba separarse un disco de otro en el caso de este cantautor, aprovecharé que acaba de sacar una nueva obra para analizar su pequeña historia a través de la mía.
Andrés ha crecido mucho en los últimos años, pasando de ser un artista marginal que tocaba en bares con un cubata en la mano, a llenar el Palau de la Música de Valencia el mes pasado. El cubata continua, eso sí. Y me alegro mucho de ambas cosas.
Me acuerdo cuando hace algunos años fui a verlo a la Sala Matisse y éramos unos 40. Nos sabíamos todas las canciones aunque estéticamente no impactaba tanto. Pero claro, este éxito masivo tiene sus inconvenientes. Mientras que en el primero conseguir el disco firmado y charlar con él fue cuestión de minutos, el mes pasado se convirtió en una tarea hercúlea. Y es que ya tiene sus propias groupies, ya tiene sus fans incondicionales y la avalancha al salir fue inevitable. Y como ya he dicho, me alegro. Me alegro de que consiga el reconocimiento que se merece porque este artista para mí es algo increíblemente especial. Y lo es por una parte porque como en el caso de Extremoduro, al principio no me gustó. Y por otra, porque tengo que agradecer el haber escuchado una de las voces más bellas y con mayor sentimiento en español a la persona más importante de mi vida. Y aquí esto se va a poner algo lacrimógeno, aviso. Porque ella, de nombre Gemma, la persona que cuida cual tesoro un disco que Andrés le firmó diciéndole que nunca le faltara salitre, es la ola que me abraza todos los días. Mi Ley Innata, como ya publiqué una vez. Ella es el elemento que falta en todas las imágenes que he expuesto antes.  
Nunca habría llegado a Maneras de Romper una Ola sin ella, nunca habría estado en la Sala Matisse cantando Lo Malo está en el Aire a pleno plumón, y, por supuesto, nunca habría contemplado uno de los conciertos más emotivos de mi vida en el Palau de la Música hace unos díasElla siempre está ahí.
Pero retrocedamos un poco. En 2008, Maneras de Romper una Ola sale a la luz. Y, como ya he dicho, no me gustó en absoluto. Una producción horrible, unos músicos que parecían mercenarios sin ganas, un cantautor que intentaba utilizar una banda pero sin mucho éxito... Pero a ella le encantó. Pasa. Muchas veces pasa. Ella tiene esa sensibilidad poética de la que yo carezco, a través de la cual me he podido acercar a muchas más obras artísticas. Yo soy más narrativo, con un lirismo nulo. Nunca podría escribir poesía, no tengo esa imaginación, esa capacidad de pensar el mundo a través de otro mundo, yo sólo veo el que existe. Pero ella sí, y vio algo en Andrés, así que tuve que acercarme, aunque escéptico. A veces creo que fue el mar. El mar es tan especial para ella que un cantante como Andrés le tenía que gustar por fuerza.
Piedras y charcos (EP) de 2010 me acercó más a la orilla, pero seguía sin bañarme. Empezaba a sentir esa sensibilidad tan particular que tiene Andrés para hablar del amor (o del desamor), pero no terminaba de emocionarme. Sin duda fue el hecho de que otra vez no nos encontrábamos con una buena producción, aparte del hecho de que se tratara de un EP. Cosas de melómano heavy, nada que objetar ya a la música.
Había algo más en este cantante, y llegó: BenijoPero Benijo en directo, que evidentemente, ella me mostró. Esa intensidad, esa pasión cantando, esa manera de dejarse la piel y de llegar a tocar a la gente con la voz fue algo que me acercó mucho más a él. Y mientras me adentraba en su música me adentraba en su mar. Ella seguía escuchándolo, claro. Llegó 2011 y surgió Cuando vuelva la marea. De una manera inexplicable sentí que este disco me había unido a ella para siempre. Sentí como si me clavaran una rosa directamente en el corazón. 
La antes mencionada Lo malo está en el aire fue el primer paso mar adentro. Todo estaba mucho más cuidado, los músicos sí que sabían lo que la voz del cantante podía hacer. En una analogía heavy recuerdo que Tony Iommi de Black Sabbath decía que mientras Ozzy Osbourne acompañaba con su voz el riff de guitarra, Ronnie James Dio lo traspasaba. Y eso es lo que hacía él en este disco, la voz era una flecha entre la música que la acompañaba. Y los instrumentistas lo sabían. 
Lo único que puedo decir de este disco es que ella me hizo sentir la poesía (y no solo esta, toda en general), y con ello entendí que nada sería más importante en mi vida, porque si ella podía hacer que un nihilista desencantado, un empírico sin sensibilidad, viera la belleza del mundo cuando se reflejaba en su ser, podría hacer cualquier cosa. Y yo con ella. Los dos juntos. Porque no existe dolor compartiendo mundo.
No digo que el disco sea perfecto, tiene sus puntos flojos (A media estrella se queda sin fuelle pese a ser de las más movidas; Más de un 36 quizá es demasiado comercial; Benijo aunque sigue siendo increíble pierde algo de fuerza con respecto a su versión acústica de directo), pero en general es un disco excelente. En él, Andrés cumple uno de sus sueños al cantar con uno de sus ídolos desde la infancia, el cantautor cubano Pablo Milanés y la canción (Perdón por los bailes) es un gran acierto ya que le va como un guante a este último al incorporar ciertos ritmos latinos, destacando ese dueto vocal a partir del min. 5:00 casi a capella.
Para mí está lleno de clásicos de su repertorio, como Hay algo más, de la que pude descubrir (gracias a los monólogos de concierto típicos de Andrés) que se trataba de una canción dedicada a ese café que tanto ha hecho por grandes cantautores de este país, el Libertad madrileño; No te quiero tanto, creo que una de sus canciones más queridas, que nunca falta en concierto y que regrabó para este disco; Imagínanos, con una preciosa melodía al piano que me transporta a ese mundo imaginario del que nos habla; No me queda un abril para ti, un caso aparte, en la que ese toque celta que tiene la canción y el gran ritmo que crean los músicos para la misma me parece sublime; Piedras y charcos, una bellísima canción con una carga emocional asombrosa, grabada de nuevo para este disco; sin olvidar el tema extra, Tengo 26, que grabó en el último momento y que para mí es extraordinariamente expresiva. No es fácil transmitir a los demás las experiencias propias, pero Andrés en esta canción lo hace con gran sutileza. La emoción con la que canta es imposible conseguirla sin vivencias personales que la respalden. Y sin esa sensibilidad tan a flor de piel de la que gente como yo carecemos.
Con este disco me llené de arena y sal. Después de él fuimos de la mano a ver cómo lo presentaba en directo en la Sala Matisse, y todavía me gustó más. Andrés es un artista de directo, los discos (como él mismo reconoce) no le permiten ver las reacciones de la gente al escuchar sus canciones, acercarse al público…Y se nota. Allí estábamos nosotros viéndolo y disfrutando de su concierto cuasi privado y sobre todo, disfrutando de nuestra historia. Una unión invisible se forja a través de pequeños lazos de medida infinitesimal. Son tantos que se convierten en algo tan resistente como el acero. Esa noche y ese disco para mí fueron, son y serán dos de esos lazos microscópicos tan importantes.
Como ya he dicho, Andrés es un artista de directo, y por ese motivo su siguiente disco fue algo muy original: presentó sus nuevas canciones en un concierto grabado. Este disco se tituló Moraima y para mí es su mejor disco hasta la fecha. Pocos artistas se atreven a presentar su nuevo material en un álbum de concierto, muchas cosas pueden salir mal. Pero este es inigualable. Cualquier disco del mundo que contuviera una canción como Rosa y Manuel, ya sería uno de los grandes, pero es que encima el resto de canciones tienen un gran nivel de composición, con unos músicos de capacidad técnica apabullante, perfectamente combinados entre sí, y una producción brillante a cargo de Alfonso Pérez y Peter Walsh.
Andrés maduró musicalmente de una manera exponencial con Moraima. La ilusión con la que ella recibió este disco también maduró en mí, haciéndome más partícipe de todo. Y es que contiene cortes tremendos. La citada Rosa y Manuel, que trata sobre el amor entre su abuelo (que padecía alzhéimer) y su abuela, es indescriptible. Ya no solo musicalmente sino líricamente, la sensibilidad con la que se trata, la delicadeza de mostrar el amor más puro de la manera más bella que se ha creado me emociona sobremanera. Cada vez que la escucho me viene a la mente la película de Michael Haneke, Amor, que trata un tema muy parecido aunque la crudeza de este director hace que no sea tan lírica sino más tensa. Eso sí, el sentimiento de poder volver a creer en la humanidad es el mismo. Y la única manera posible es a través del amor. Eso lo podemos ver en muchas películas actuales (Amor, Interstellar, La Gran Belleza, El Árbol de la Vida…): la única salvación del ser humano viene de la mano del amor. Es la única fuerza capaz de superar las reglas del tiempo y del espacio, lo que da sentido a todas las vidas.
Y esto es lo que muestran tanto Andrés con su canción como Haneke con su película: el amor es lo más puro que puede crear el ser humano. Quieren mostrar otro sentimiento muy diferente del de las típicas comedias románticas. Se trata de ver cómo la persona que ha sido el amor de tu vida, con la que has compartido absolutamente todo, la que sabe los secretos que te aterran, la que ha hecho de tu vida algo completo o incompleto, se va degenerando poco a poco y no puedes hacer nada para evitarlo. No recuerda quién es ni quién eres. Pasar esto siendo la persona que puede recordar debe ser una de las situaciones más devastadoras de cualquier vida (no puedo imaginar cómo debe ser para el que olvida). Y a su vez, no creo que exista mayor prueba de amor que quedarse a su lado en todo momento, acompañando su viaje de la manera menos dolorosa posible, aunque ni siquiera sepa que lo estás haciendo. Lo que me cubre de agua y sal no sólo es la historia que cuentan estas obras, sino imaginarme que lo mismo me llegara a pasar a mí: porque sé que fuera cual fuera el caso, haríamos lo mismo.
Os recomiendo escuchar todo el disco entero y sin pausas, porque merece la pena. Si podéis verlo mientras lo oís, todavía mejor.
Y así llegamos a la ascensión, al olimpo popular de nuestro artista. Nunca ha dejado de reconocer sus influencias (Extremoduro, Sabina, Quique González, Antonio Vega, Damien Rice…) y siempre se han dejado notar en la música, aunque el estilo es cada vez más propio. Suena en las radios, lo anuncian en Spotify, Números Cardinales se conoce en casi todos los puntos del mismos nombre… En definitiva, ya no se trataba de aquel cantautor que hacía pases semi-privados en salas de poca audiencia, ahora ya era todo un cantante popular.
Pero sigue con sus canciones. El desamor como eje central de su obra no ha desaparecido, aunque vemos que va superando el odio iracundo hacia su ex. Ahora es más bien un desprecio cosificado. Ya llegamos con esto a Mi pequeña historia, su pequeña historia. Podéis imaginaros lo que supuso la noticia de un nuevo disco de Andrés para ella y de que la gira empezaba aquí, donde nosotros vivíamos... ¡y cerca de su cumpleaños! No podía hacerle otro regalo. Ya no íbamos a una sala donde la gente habla mientras el músico toca, ahora íbamos a un templo donde grandísimos artistas de nuestro tiempo habían mostrado su potencial. Y le tocaba el turno a Andrés.
El disco no había salido aún a la venta pero ya se lo sabía entero. Sabía que ella iba a disfrutar muchísimo del concierto y con eso yo era feliz. Fue un concierto excelente, con grandes músicos en el escenario. La presentación de las nuevas canciones estuvo muy bien escogida, intercalando temas más clásicos. Al principio Andrés estaba algo nervioso, se le notaba el respeto al lugar y que prefería la cercanía al público que te ofrece una sala o un bar. Pero ya se irá acostumbrando, ahora ya no puede ir a salas porque reventarían, es su tiempo de estadios, es un nuevo maestro. 
En ese concierto pudimos disfrutar de grandes canciones. Del disco tengo que destacar por encima de cualquier otra Clasificados. Andrés aquí se sale de su registro más conocido y decide jugar el partido en suelo más inestable. Hablar de un tema tan delicado como son los desahucios a través de una pareja en la que ella es el motor, el optimismo, la fuerza de los dos, me parece una genialidad. Dibuja un corte magistral, tocado con la característica sensibilidad de Andrés, que hace que algo tan crudo vuelva a llenarse de sentimiento para todos los que lo escuchen. Y cuando duele, el sentimiento es mucho más poderoso que las críticas más exacerbadas.
Decía antes que la ira hacia su ex va desapareciendo. Quizá no haya que pasarse, no se ha ido, sigue siendo Andrés, pero sí que se ha transformado. Como digo, creo que ahora desprecio es la palabra más adecuada. Y se nota en temas como Te di vida y media o No saben de ti. Dos power ballads clásicas donde nuestro artista escribe una carta a esta mujer que tanto daño le hizo, pero no la escribe para que la lea, y esta es la gran diferencia. Al igual que Kafka con su Carta al padre, esto no va dirigido a la persona a la que se escribe, esto es para uno mismo. Ese adiós final en Te di vida y media deja claro que ya le da igual que esa mujer escuche la canción, o que no.
En este disco Andrés se acerca mucho más al pop. En cortes como Te doy media noche o Voy avolver a quererte vemos un tratamiento más comercial de los temas, aunque su voz y sus letras siguen siendo las mismas. Es lógico que vaya evolucionando hacia estos sonidos tanto por su firma con una gran discográfica como por acercarse a sus influencias más directas.
Algunos cortes son reinterpretaciones con la banda que ya estaban en su repertorio, una de las más emblemáticas es Si llueve en Sevilla, donde podemos escuchar el sonido de Andrés. Para mí esta canción es característica ya del sonido del cantante. Ya tiene su propio sello personal y esta canción es su paradigma más claro. Dublin es otro de los temas que ya había tocado en otras ocasiones en directo y aquí la encontramos con los arreglos que un bandón como el que le acompaña es capaz de realizar. Un medio tiempo muy sutil que deja todo el protagonismo a la voz y que, como siempre, consigue contarnos una historia (de amor, claro) y emocionarnos sólo con el vibrar de su voz.
Un registro más cercano al rock que tanto le gusta a Andrés lo encontramos en Luz de Pregonda, y quizá por ello es de mis favoritas. Está claro que la voz de este cantante nos remite más a paisajes líricos y para crear el paisaje que los acompañe es mejor utilizar medios tiempos o baladas, pero aún así, el tema es muy grande, con unas guitarras a lo U2 que son el campo perfecto donde sembrar la sensibilidad con la que nos ataca la voz.
Pequeña historia de Marina tiene un toque muy cubano en la voz, por veces utiliza las técnicas de fraseo de Milanés. Canción de amor más clásica, balada lenta donde la protagonista es la voz. Algo parecida es Una noche de verano, aunque ésta aumente el ritmo al final para mostrar el énfasis de la letra. Tiene una sonoridad algo más de café, con el piano y una batería jazzística acompañando a la voz. Aquí Andrés tiene un registro vocal más bajo, con tonos graves para expresar la tristeza tal y como el tema requiere.
Por último, en el disco encontramos un bonus track, Te va a pasar una preciosa canción dedicada a una persona muy especial para Andrés (creo que a su hermana). Una carta que a través de bellísimas imágenes arropa a esa persona en su vida y en lo que le espera en ella. Con apenas un susurro y su guitarra, Andrés construye un tema precioso que cualquier padre y madre querría componer para su hija o hijo. La música que crea la canción me transporta a ciertos parajes norteños de la geografía española y me pregunto si no se habrá inspirado en alguna canción tradicional de esas bellas tierras para componerla.
La edición especial del disco, que es la que compramos, viene con otro disco que contiene las maquetas de todas las canciones. En ellas se encuentran Andrés y su guitarra. Es fantástico escucharlo para así ver cómo han evolucionado los temas, pero esto tiene un riesgo. Puede pasar que las personas con una sensibilidad poética a flor de piel se enamoren de este disco más que del otro. Y eso es lo que le ha ocurrido a ella. A mí no, es lógico, yo necesito más para que las canciones me lleguen (no por nada me gusta más la fase eléctrica de Dylan que la acústica, por ejemplo), pero si realmente puedes sentir la poesía por tus poros caerás rendido ante las maquetas del disco. A ella le ha ocurrido porque al contrario que para mí, los instrumentos a veces no son más que obstáculos que le impiden ver la esencia de lo que Andrés quiere transmitir con sus canciones. Y aunque no pueda sentirlo de la misma manera que ella, sí que la puedo entender perfectamente porque cuando la veo también me parece que la ropa que lleva no es más que un obstáculo que me impide ver la esencia de lo más bello de mi vida.

LA BANDA:
Andrés Suárez: Guitarra acústico y voz.
Alfonso Pérez: Piano, teclados y programación, voces y dirección musical.
Luismi Baladrón: Bajo y Voces.
Andrés Litwin: Batería y percusión.
Jan Ozveren: Guitarras eléctricas y acústicas, ukelele.
Marino Saiz: Violín.
Iván Martín: Viola.
Josep Trescoll: Cello.
Miquel de la Cierva: Pedal steel guitar en Pequeña historia de Marina.
Peter Walsh: Piano en Voy a volver a quererte, teclados y programación en Dublín, No saben de ti, Una noche de verano, Luz de Pregonda (piano adicional).

American Pie (traducción e interpretación) - Don McLean


Mucho se ha hablado de esta canción. Don McLean la publicó allá por 1971 en un álbum homónimo y desde entonces se ha especulado sobre su significado tanto que es imposible condensar todas las críticas. Se la nombró "Canción del Siglo" por la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos y hace pocos meses se compró el manuscrito original tomado del puño y letra del propio McLean. Para mí, más allá de su grandioso estribillo pegadizo que encandiló y ha encadilado a gran parte de la sociedad estadounidense, esta canción representa un amor por la música desorbitado. Y un talento inusitado, por otro lado, ya que crear una letra con tal juego metamusical y no morir en el intento me parece una tarea reservada para los dioses del Olimpo. Pero para todos aquellos que nunca hayáis oído hablar de este tema, de este cantautor norteamericano o que simplemente queráis acercaros más a una de las canciones más emblemáticas de la cultura popular aquí os voy a dejar mi interpretación de la misma, así como una traducción para que se pueda apreciar el tema en su totalidad (vaya por delante que ni soy traductor ni poeta, la traducción que deje aquí dista mucho de ser perfecta, se debe utilizar más como una guía que nunca se podrá separar de su uso de la letra original).

[Intro]
A long, long time ago/Hace mucho, mucho tiempo
I can still remember how that music used to make me smile/Recuerdo como aquella música me hacía sonreír
And I knew if I had my chance/Y sabía que si hubiera tenido mi oportunidad
That I could make those people dance/Podría haber hecho a aquella gente bailar
And maybe they'd be happy for a while/y quizás hacerlos felices durante un rato

But February made me shiver/Pero Febrero me hizo estremecerme
With every paper I'd deliver/Con cada papel que entregaría
Bad news on the doorstep/Malas noticias en el escalón
I couldn't take one more step/No pude dar ni un paso más

I can't remember if I cried/No puedo recordar si lloré
When I read about his widowed bride/Cuando leí sobre su viuda
But something touched me deep inside/Pero algo me tocó muy profundamente
The day the music died/El día en que la música murió

[Chorus:]
So bye, bye, Miss American Pie/Así que adiós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera"

[Verse 1]
Did you write the book of love/¿Escribiste el libro del amor
And do you have faith in God above/Y tienes fe en un Dios sobre nuestras cabezas
If the Bible tells you so?/Si la Biblia te lo dice?
Now do you believe in rock and roll?/¿Crees ahora en el rock and roll?
Can music save your mortal soul?/¿Puede la música salvar tu alma mortal?
And can you teach me how to dance real slow?/¿Y puedes enseñarme a bailar muy lento?

Well, I know that you're in love with him/Bueno, sé que estás enamorada de él
'Cause I saw you dancin' in the gym/Porque os vi bailando en el gimnasio
You both kicked off your shoes/Los dos os quitásteis las zapatillas
Man, I dig those rhythm and blues/Tio, me mola ese R&B

I was a lonely teenage broncin' buck/Yo era un solitario adolescente y conductor desbocado
With a pink carnation and a pickup truck/Con la piel rosa y una camioneta
But I knew I was out of luck/Pero supe que mi suerte se esfumó
The day the music died/El día en que la música murió

[Chorus:]
  I started singing bye, bye, Miss American Pie/Y empecé a cantar adiós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera"

[Verse 2]
Now for ten years we've been on our own/Ahora llevamos diez años solos
And moss grows fat on a rollin' stone/Y el musgo creció en una piedra rodante
But that's not how it used to be/Pero eso no es como solía ser
When the jester sang for the king and queen/Cuando el pícaro cantó para el rey y la reina
In a coat he borrowed from James Dean/En un abrigo prestado de James Dean
And a voice that came from you and me/Y una voz que salía de ti y de mí

Oh, and while the king was looking down/Oh, y cuando el rey miraba hacia abajo
The jester stole his thorny crown/El pícaro robó su corona de espinas
The courtroom was adjourned/El juicio fue aplazado
No verdict was returned/No hubo ningún veredicto

And while Lenin read a book on Marx/Y mientras Lenin leía un libro sobre Marx
The quartet practiced in the park/El cuarteto practicaba en el parque
And we sang dirges in the dark/Y nosotros cantábamos llantos en la penumbra
The day the music died/El día que la música murió

[Chorus:]
We were singing bye, bye, Miss American Pie/Cantábamos adiós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera"
[Verse 3]
Helter skelter in a summer swelter/Atropelladamente en un sofocante verano
The birds flew off with a fallout shelter/Los pájaros volaban con un abrigo de caídas
Eight miles high and falling fast/A ocho millas y cayendo rápidamente

It landed foul on the grass/Aterriza la falta en la hierba
The players tried for a forward pass/Los jugadores intentaron un pase hacia delante
With the jester on the sidelines in a cast/Con el pícaro en el banquillo en un molde

Now the halftime air was sweet perfume/El aire del medio tiempo trae un dulce perfume
While the sergeants played a marching tune/Mientras los sargentos tocan una marcha fúnebre
We all got up to dance/Todos nos levantamos a bailar
Oh, but we never got the chance/Oh, pero nunca tuvimos la oportunidad

'Cause the players tried to take the field/Porque los jugadores intentaron tomar el campo
The marching band refused to yield/La banda fúnebre se negó a rendirse
Do you recall what was revealed/¿Te das cuenta de lo que se reveló
The day the music died?/ El día en que la música mrió?

[Chorus:]
 We started singing bye, bye, Miss American Pie/Empezamos a cantar adiós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera"

[Verse 4]
Oh, and there we were all in one place/Oh, y todos estaban en el mismo sitio
A generation lost in space/Una generación perdida en el espacio
With no time left to start again/Sin tiempo con el que empezar de nuevo
So come on, Jack be nimble, Jack be quick/Así que vamos, Jack sé ágil, Jack sé rápido
Jack Flash sat on a candlestick/Jack Flash sentado en una vela
'Cause fire is the devil's only friend/Porque el fuego es el único amigo del diablo

Oh, and as I watched him on the stage/Oh, y mientras lo veía en el escenario
My hands were clenched in fists of rage/Mis manos se cerraban en puños de ira
No angel born in Hell/Ningún ángel nacido en el Infierno
Could break that Satan's spell/Podría romper el hecho de Satán

And as the flames climbed high into the night/ Y las llamas crecieron alto durante la noche
To light the sacrificial rite/Para alumbrar el rito de sacrificio
I saw Satan laughing with delight/Vi a Satan riéndose con placer
The day the music died/El día en que la música murió

[Chorus:]
  He was singing bye, bye, Miss American Pie/Él estaba cantando adiós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera"

[Outro]
I met a girl who sang the blues/Conocí a una chica que cantaba blues
And I asked her for some happy news/Y le pedí buenas noticias
But she just smiled and turned away/Pero ella sólo sonrió y se fue
I went down to the sacred store/Fui a la tienda sagrada
Where I'd heard the music years before/Donde había escuchado la música años antes
But the man there said the music wouldn't play/Pero el hombre allí me dijo que la música no sonaría

And in the streets, the children screamed/Y en las callas, los niños gritan
The lovers cried and the poets dreamed/Los amantes lloran y los poetas sueñan
But not a word was spoken/Pero no se dice ni una palabra
The church bells all were broken/Las campanas de las iglesias están rotas

And the three men I admire most/Y los tres hombres que más admiro
The Father, Son and the Holy Ghost/El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
They caught the last train for the coast/Cogieron el último tren para la costa
The day the music died/El día que la música murió

[Chorus:]
  And they were singing bye, bye, Miss American Pie/Y ellos estaban cantando diós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera"

[Chorus:]
 They were singing bye, bye, Miss American Pie/Ellos estaban cantando diós, adiós, Miss Tarta Americana
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry/Conducí mi Chevy hasta el dique, pero estaba seco
And them good ole boys were drinking whiskey 'n rye/Y los chicos rudos estaban bebiendo whisky y rye
Singin' this'll be the day that I die/Cantando "Este será el día en que muera"
This'll be the day that I die/"Este será el día en que muera".

La canción comienza con una clara alusión a los inicios del Rock And Roll, una época que McLean admiraba y prefería a la que vivía en aquel momento. A él le hubiera gustado participar de todo aquello, ya que los hombres que más le influenciaron musicalmente vivieron en esa época y crearon el estilo que más tarde se convertiría en mundial. Esos tres hombres aparecen en la segunda estrofa, donde todo se vuelve más sombrío. Cuando nos dice que "febrero le hizo estremecerse" nos está hablando del accidente de avión que provocó la muerte de 3 artistas que fueron piezas clave en la formación de la música que tanto gustaba a McLean: Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Hopper. El 3 de febrero de 1959 ocurrió esta tragedia y a este día se le bautizó con el nombre del "día en que la música murió". Por ello, McLean nos habla de las malas notícias que encontró en el escalón de la puerta de entrada (donde habitualmente se deposita el periódico en las casas típicas americanas) y de las lágrimas que no sabe si derramó al saber sobre la familia de ellos.
Aquí el autor nos habla ya de que algo le ocurrió en ese momento, algo que le cambió muy profundamente, algo que intenta reflejar en esta canción. Y con eso llega hasta el estribillo de la canción, donde podemos observar una variedad y una cantidad de tópicos americanos muy numerosa. Empieza con el título de la canción, que no nos habla de otra cosa que de la tarta americana, producto típico y casero en aquellos lares (las habituales suelen ser de manzana o de otro tipo de fruta). Nos dice además que condució su coche (Chevy es un diminutivo de Chevrolet, marca americana por excelencia) hasta el dique, que estaba seco, y de los muchachos sureños (good ole boys es una expresión que se utiliza para todos aquellos adolescentes con maneras sureñas, algo rudos y salvajes), que, bebiendo whisky y rye (whisky de centeno, parecido al bourbon), cantaban sobre el día de su muerte (referencia aquí a la canción de Buddy Holly That'll be the day). El significado lírico de todas estas imágenes para mí no es otro que presentarnos aquello americano (ese sueño que se convirtió en pesadilla), ya que en lo americano estaba la esencia de la buena música que gustaba a McLean. Si esos muchachos morían era porque lo americano se estaba perdiendo, se estaba secando.
Y a partir de aquí ya nos podemos encontrar con el juego que McLean creó a través de los mayores hitos musicales de su generación, y que han llevado a numerosos críticos a examinar esta canción como si de un rompecabezas se tratara. En la primera estrofa después del estribillo nos encontramos al autor cantando sobre el "libro del amor" en clara referencia a la generación beat y, sobre todo, al movimiento hippie. Les está cantando a todos aquellos artistas que influenciaron en este movimiento y que secaron las ideas que habían hecho el Rock and Roll anterior la mejor música creada para este cantante. También nos habla de la fe en Dios y la Biblia, de una forma un tanto sarcástica para acto seguido comparar a este Dios con el rock and roll y preguntarse si la música podría salvar nuestro alma como mortales que somos.
En la siguiente estrofa muchos críticos apuntan a un cierto resentimiento con alguna chica con la que McLean había estado y no había salido bien, pero para mí esto no tiene mucho sentido. Si bien es cierto que habla de una chica que está enamorada de algún otro, no vemos ese resentimiento sino un sentimiento de nostalgía por aquellos tiempos en los que bailar con alguien significaba mucho más. Recuerda como era él en aquel entonces, un adolescente desbocado al volante de su camioneta, pero que aún así pudo entender lo que significó aquel día en la vida de la sociedad americana.
Tras el segundo estribillo McLean nos dice que ya llevan diez años sin ayuda, sin los grandes referentes en música, y que el "musgo crece en una piedra rodante". Clara alusión a los Rolling Stones, que consideraba que habían matado el espíritu de una generación. Más adelante lo toca en profundidad. Con otro flashback McLean nos acerca a la época en la que Elvis era el rey de la canción popular, en la que era el Rey de las masas. Pero entonces, llegó el pícaro (Bob Dylan) cantando con "un abrigo prestado de James Dean" (por la portada del disco de Dylan The Freewheelin' of Bob Dylan, ver imagen abajo) para robarle su espinosa corona. Otras teorías apuntan a que el rey era el cantante folk Pete Seeger y la reina la también cantante folk Joan Baez (que tuvo su affair con Dylan además), pero yo me inclino más por la imagen de Elvis ya que este fue reemplazado por Dylan en todos los aspectos de su carrera (como figura revolucionaria de la música, como actor, como estrella mediática...), mientras que Seeger nunca tuvo la repercusión que Dylan o Elvis consiguieron.

El cuarteto de la siguiente estrofa no son otros que los Beatles, los cuales nos dice el autor que ya practicaban marchas fúnebres en el parque en este momento, en una oscura broma donde aquellos ya sabrían lo que iban a significar para la música popular y sólo estaban esperando el momento de asesinar a todos sus predecesores desde el momento en que la música murió.
"Helter Skelter in a summer swelter/The birds flew off with a fallout shelter / Eight miles high and falling fast" no es sino otra referencia a los Beatles y a su canción titulada Helter Skelter del White Album (que sería una de las primeras canciones proto-heavys de la historia), así como al grupo The Byrds y su canción Eight Miles High. Las dos estrofas que le siguen utilizan la metáfora de un terreno de juego donde Dylan (the jester) esperaba sentado en el banquillo a que los demás jugadores se cayeran y los Beatles (los sargentos, en alusión a su célebre álbum Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band, que es otro gran ejemplo de intertextualidad y metamusicalidad) seguían tocando su fúnebre melodía. La generación que aquí se muestra traía un dulce perfume (de marihuana principalmente).

Tras el siguiente estribillo ya encontramos el fin de esta generación que se encontraba mirando el terreno de juego anterior. Los Rolling Stones organizaron un concierto gratuito en Altamont en 1969 y contrataron como agentes de seguridad al grupo de moteros conocido como los Ángeles del Infierno (Hell's Angels). Mientras en el escenario los Stones tocaban su legendario tema Sympathy for the Devil (compasión por el diablo) las cosas se empezaron a calentar entre el público y los ángeles. Poco más tarde, durante la canción Under my thumb los altercados se convirtieron en pelea y más tarde en tragedia, cuando uno de los ángeles saco un cuchillo y asesinó a uno de los asistentes, Meredith Hunter.

En este video se pueden ver las escalofríantes imágenes. McLean acusa a los Stones de haber secuestrado a esa generación que traía el dulce perfume y haberla destruido con la ayuda del diablo:
No angel born in Hell
Could break that Satan's spell
And as the flames climbed high into the night
To light the sacrificial rite
I saw Satan laughing with delight
The day the music died
McLean reconstruye Altamont desde un punto de vista poético y lo hace para hacer ver que no sólo allí ocurrió la tragedia de que murió un hombre sino que también murió, otra vez, la música. Murió el sueño de una generación que creía en el amor como mecanismo de salvación, murió el movimiento que comenzó con Dylan y los Beatles, y todo ocurrió por la violencia que habían estado denostando durante todo ese período.
Las estrofas que acompañan al pasaje sosegado con el que cierra la canción antes de su estribillo final nos muestran un mundo casi post-apocalíptico donde los niños chillan, las campanas han desaparecido porque ningún sonido parecido a la música podría sonar, donde las tiendas en las que la música había sido su santuario habían cerrado, donde las cantantes (Janis Joplin) que hacían blues se habían marchado y donde la santísima Trinidad de la música rock había cogido su último tren hacia la costa.

Tengo que decir que aunque esta canción me encante por su profundidad poética y su demostrado amor por la música, no comparto su visión pesimista que se observa durante y tras la generación hippie, ya que creo que surgieron muchas cosas excelentes. Y que me resulta muy curioso que se critique con tanto ahínco a artistas como Dylan o Beatles cuando McLean utiliza el estilo musical que ellos cultivaron unos años antes (sobre todo Dylan) para crear su obra. Dejo a vuestra elección decidir si esto es un último acto de protesta y provocación del autor para con los artistas mencionados o si, por el contrario, fue algo más bien accidental.