Crack the Skye - Mastodon


Empezando porque Mastodon tiene las mejores portadas que he visto, todo lo demás viene rodado, porque, aunque lo importante es la música, estas portadas solo hacen que incremente el valor del disco. Y es que Mastodon valen el peso del animal prehistórico que da título a su banda. Son el ejemplo perfecto de una banda evolutiva, que va a más con cada disco y se supera con el paso del tiempo. Este es su cénit evolutivo hasta ahora: 'Crack the Skye'.

Es un disco de lo más trabajado, completo y por encima de todo progresivo. Y es que si hablamos de las canciones, el primer corte 'Oblivion' no puede empezar mejor. Abre con una declaración que vale para todo el disco: esto es Mastodon, pero no esperes nada parecido a lo anterior. Con el anterior disco 'Blood Mountain' ya iban por este camino, pero aquí es como si alguien les hubiera soltado una invisible correa que les impedía meterse de lleno en el terreno progresivo antes comentado. Y como no podía empezar mejor, tampoco podía acabar. Una canción llena de matices y unos estribillos brillantes, con toda la banda en plenitud de sus facultades.

'Divinations' es la más directa del disco, y también la de menos duración. Pero suena con mucho poderío, con fuerza, con esa garra que los chicos de Mastodon saben hacer. Y da paso a 'Quintessence' que tiene tantos sonidos en un mismo apartado y tantos cambios de ritmo en muy poco espacio de tiempo que más que una canción que me guste, es que admiro a la gente capaz de hacer algo así.  Un estribillo con mucha pegada y unas estrofas por momentos doom, da igual lo que hagan porque queda bien.

Me saltaré en este punto 'The Czar' para examinarla junto a la última canción del disco, por lo que toca el repaso a 'Ghost of Karelia'. Tiene unos tintes orientales muy pronunciados que solo unos genios como esta gente pueden meter en una canción de metal y salir airosos. 

Llegamos así al tema-título del álbum, 'Crack the Skye' que es, a la vez, el más brutal y el más melódico. Por un lado están las voces guturales y por el otro el estribillo melódico que podría estar sacado de la mente de un Ennio Morricone metalizado. Con este tema entiendo por qué eligieron el título para el disco, es una verdadera gozada.

Y por último nos quedan dos canciones unidas por un patrón melódico -magnífico- que hace que al escucharlas seguidas sean partes de una misma canción de 24 min. Estas canciones son 'The Czar' y 'The Last Baron'. Esta última cierra magistralmente el álbum y he de confesar que cualquiera de las dos me desaniman como músico e incluso como persona, pensando que en la vida podré realizar algo parecido a las maravillas que esta banda es capaz de crear. Si tuviera que elegir me quedaría con 'The Last Baron' por su mayor complejidad, pero las dos son obras maestras del metal en general y de toda la música. Si teneis 15 minutos de vuestra vida libres y no sabéis que hacer, poneros esta última canción, relajaros, tomaos algo y disfrutadla como solo se puede disfrutar de la música bien hecha.

Si podéis, miraos la historia del disco, porque es totalmente alucinante.

Miembros: 

Troy Sanders - Voz y bajo
Bill Kelliher - Guitarra
Brann Dailor - Batería 
Brent Hinds - Guitarra y voz
Rich Morris - Teclados


0 comments:

Publicar un comentario